La obsesión con el
peso
El ideal de belleza que nos vende la prensa, en general,
no tiene ninguna relación con el prototipo de mujer española
Modelos de cuerpos delgados y consumidos aparecen cada
día en los medios y se relaciona su físico con la probabilidad de encontrar
pareja y conseguir trabajo entre otras cosas. Está bien cuidar tu físico pero
no hacerlo en la justa medida puede traer consecuencias.

Problemas psíquicos que conlleva la
obsesión por el peso
Unidos a la obsesión por adelgazar pueden aparecer
ciertos problemas psíquicos o emocionales como:
Baja
autoestima: La decepción por no conseguir tu objetivo afecta
gravemente a la autoestima. Además valorar más tu cuerpo que tu personalidad
aumenta la cantidad de inseguridades de la persona.
Inseguridad personal y hacia los demás.
Aparece un miedo irracional a no gustar a la gente por tu apariencia física.
Razonamientos incoherentes respecto a la belleza y comparaciones con otros
cuando salimos perdiendo merman la capacidad de raciocinio.
Dificultades
en las relaciones sociales. La baja autoestima y la insatisfacción
personal afectan en las relaciones de la persona. Se evitan ambientes sociales en los que
abunde la comida o haya personas que no son de nuestro círculo.
Problemas emocionales derivados de lo
anterior: Ansiedad, depresión, angustia etc.
La frustración que implica no lograr tu
objetivo físico conlleva a separarse del verdadero objetivo y seguir
enfocándose en la comida, las dietas etc.
Para
terminar con el problema:
Tenemos que sentirnos bien con nosotros mismos y prestar
más atención a otros aspectos de nuestra vida como el trabajo, las amistades, la pareja etc. También ayuda encontrar hobbies o
distracciones para ocupar tu tiempo.
Es importante no fiarse de tu propio criterio y tener en
cuenta la opinión de las personas de tu entorno. A veces se distorsiona nuestra
propia realidad y la baja autoestima puede hacer que te veas a ti mismo de una
manera equivocada.
INFLUENCIA DEL IDEAL DE BELLEZA
EN LA ADOLESCENCIA.
La adolescencia es un período de tiempo que transcurre
desde la niñez hasta el comienzo de la vida adulta. La atención a la figura es
un factor que tiene estrecha relación con el adolescente. Tiene su origen en
una época muy propia a la auto-crítica, sobre todo a partir de los 10-11 años.
En este período somos más vulnerables a la publicidad,
los personajes famosos y los medios de comunicación, que generalmente promueven
estereotipos y conductas que resultan poco saludables para los jóvenes.
Estos medios también plantean un estereotipo corporal muy
específico, con mujeres altas y delgadas y hombres con cuerpos trabajados y
musculosos. En general, el ideal de belleza propuesto por los medios afecta más
a las adolescentes que a los adolescentes, pero en ambos les resulta difícil
resistir a la presión social.
Las adolescentes, de 15 a 18 años están muy influenciadas
por la publicidad, evalúan su propia
imagen corporal, en comparación con la de los demás y con los modelos, dando
lugar a la realización de conductas relacionadas a la reducción del peso,
poniendo en riesgo su salud física y mental.
Si nos fijamos, son mensajes dirigidos hacia el público
joven, provocando que nos identifiquemos con la imagen que vende el producto,
para que acabemos consumiéndolo. Se
aprovechan de que vivimos en una sociedad en la que los jóvenes tienen
una baja autoestima y mala aceptación personal, para dirigir hacia nosotros
toda esta clase de publicidad, prometiéndonos acabar con nuestros complejos.
Nos lo promete esa misma publicidad que inculca como modelos de belleza, moda y
éxito, a mujeres no reales. El mensaje que nos llega es que si queremos
conseguir su cuerpo, sus características y su popularidad lo podemos conseguir
sólo con adquirir un producto dietético o seguir una dieta “milagrosa”.
Por si la influencia de la publicidad fuera poca, la web
está inundada de páginas que promueven trastornos alimenticios tales como la
anorexia o la bulimia, sugiriendo métodos muy poco saludables para bajar de
peso y ofreciendo ayuda a las usuarias
que quieren “seguir su estilo de vida”. Según la IQUA el 75% de las personas
que visitan este tipo de páginas son menores de edad y de este porcentaje el
26,2 % de las chicas y el 17% de los chicos acceden a estas para bajar de peso.
En general, la sociedad actual comporta una influencia
perjudicial para la adolescencia y este es un problema que debe ser erradicado.
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